Los últimos días estamos viendo con extremada preocupación la escalada bélica en
Ucrania que amenaza al mundo con un nueva guerra. De nuevo los intereses económicos
y geo-políticos de las grandes potencias amenazan y/o condicionan la vida en Ucrania,
un país que no ha dejado de estar en guerra desde el golpe suave pro-occidental del 2014
conocido como Euromaidan.

Esta nueva crisis geo-política está directamente ligada a una estrategia estadounidense,
que utiliza el expansionismo de la OTAN en el este de Europa, que pretende rodear
Rusia con el objetivo de aislarle y disminuir su área de influencia. En un territorio geoestratégico
clave para el traslado del gas ruso, tener el control de esos territorios es de
vital importancia para las potencias en disputa. A ello hay que sumarle el interés y la
necesidad de los Estados Unidos y los lobbys asociados a sus intereses, de que Europa
sea también un foco de tensión, dentro de una estrategia más amplia en su disputa con
China.

La llamada “Revolución de colores” que fue el Euromaidan, fue una respuesta de grupos
de derecha y ultra-derecha con la ayuda de las potencias occidentales al acercamiento
hacia Rusia del entonces presidente Ucraniano Yanukovich. Éste había anunciado en
noviembre del 2013 un acuerdo de asociación comercial con la Unión Europea, al
mismo tiempo que negociaba la ayuda económica de Rusia.
Desde entonces no hay paz en Ucrania y desgraciadamente a nadie parecen importarle
las condiciones de vida de una población Ucraniana cada vez mas empobrecida.
Atrapada entre los intereses de Estados Unidos y sus satélites como la Unión Europea,
que una vez derrocado a Yanukovich en nada han mejorado las condiciones de vida de la
población, y la parte este del país de mayoría rusa, que no quiere romper los lazos
históricos, culturales y políticos con Moscú, la guerra y la precarización de la vida
siguen castigando a una cada vez mas hastiada población Ucraniana.

En este situación debemos denunciar los tambores de guerra que nos llegan desde
Ucrania, y el apoyo inequívoco del gobierno Español a la estrategia belicista de la
OTAN. El mismo partido que decía No a la OTAN pero que cambio de chaqueta
pasando por encima de la voluntad de popular de Euskal Herria, Catalunya y Canarias
que votaron en contra de la incorporación a la Organización del Tratado del Atlántico
Norte. De nuevo el centralismo Español se imponía a la voluntad expresada por los
pueblos, tal y como había pasado con la constitución de 1978. Los pueblos, muy a
nuestro pesar fuimos arrastrados en esta maquinaría de guerra que es la OTAN.
Quienes firmamos este manifiesto, decimos alto y claro que no queremos ser cómplices
de la estrategia militar de la OTAN. Las mas de 1.500 victimas de los bombardeos sobre
Yugoslavia en 1999, la guerra de Afganistán en el 2001 e Irak en el 2003 y sus terribles
consecuencias, y la intervención en Libia en el 2011 entre otras muchas, siguen en
nuestra memoria y no queremos seguir siendo colaboradores de mas vulneraciones de

los derechos humanos. En este sentido, exigimos que el desmantelamiento de todas las
bases militares estadounidenses existentes en nuestros territorios que forman parte de
esta estrategia de guerra y destrucción; tales como Rota y Morón en Andalucia, el
polígono de tiro de Bardenas en Euskal Herria, las bases y polígono de tiro en territorio
Aragonés, las estructuras militares de los Estados Unidos en la isla Canaria de
Fuerteventura, y la base de Bétera en el País Valencià entre otros. En contraposición a
los países que no dudan en alimentar el conflicto nutriendo de armas Ucrania, abogamos
por un modelo que exporte solidaridad, vida y paz con derechos y justicia social.

Para acabar el manifiesto, queremos hacer un emplazamiento a las partes implicadas
para la resolución del conflicto. Es el momento del diálogo y la diplomacia, eso si,
siempre que se respeten los acuerdos firmados, no como ha pasado con los acuerdos de
Minsk del 2015, que no ha sido respetado por el gobierno Ucraniano. Es necesario poner
fin a la maquinaría bélica de la OTAN y a la amenaza que supone para la estabilidad en
el mundo. Instamos a la comunidad internacional a que busque a través del diálogo y la
negociación acuerdos que pongan en el centro los derechos de todas las personas y todos
los pueblos, poniendo fin a las amenazas y las hostilidades. Es por ello que los pueblos
demandamos una desescalada bélica en Ucrania y el fin de expansión imperialista de la
OTAN y clamamos no a la guerra y si a la vida.

                                                                   25 de enero del 2022

Firdo: Confederación Intersindical Galega, Central Unitaria de Traballadoras de Galiza,
Colectivo Unitario de Trabajadoras y Trabajadores Aragón, Corriente Sindical
d’izquierdas Asturies, ESK Euskal Herria, Intersindical Alternativa de Catalunya,
Intersindical Canaria, Intersindical de Catalunya, Intersindical Valenciana, LAB
Sindikatua Euskal Herria, OSTA Aragón, Sindicato Andaluz de Trabajadores y
Trabajadoras, Sendicato d'os Treballadors e Treballadoras d'Aragon-Sindicato Obrero
Aragones, STEI Balears, STEILAS Euskal Herria, USTEA Andalucia. 

 

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